Con casi tres décadas de apasionado, metódico amor por el detalle que han producido cientos de piezas únicas, los talleres de bordado artístico Jesús Rosado se presentan como uno de los mejores, más reputados y respetados en el gremio de la alta artesanía.
Los encargos que traspasan las fronteras españolas desde Puerto Rico al Vaticano trascienden lo religioso y abarcan desde la alta costura, el diseño de interiores, la restauración de piezas históricas, o creación de esculturas contemporáneas.
Jesús Rosado Borja fue el único niño aprendiz en el taller de costura de las monja
filipenses de Écija; pero tenía tan claro lo que quería que de ser un elemento extraño en aquel universo femenino pasó a hacerse indispensable.
Artesano, como le gusta hacerse llamar, dirige el estudio taller que recibe centenares de proyectos de nueva creación y restauración. Éstos últimos, reconoce el artista, son quizás más complejos por lo que supone ceñirse a un artista anterior y el exhaustivo estudio histórico-artístico requerido
Me considero...
... un artesano, un investigador de las más clásicas tradiciones del bordado artístico. Ser artista o no lo define los ojos de quienes las ven.
Desde el primer momento que vi la magia detrás del proceso del bordado artístico quedé atrapado por ella.
Desde muy joven quedé fascinado surgiendo de forma instantánea una historia de amor con este atemporal arte forjado en algunas de las mejores virtudes humanas: paciencia, dedicación por el detalle, y orgullo por el trabajo bien hecho.
Más de 30 años después sigo sintiendo la misma emoción al trabajar en cada nuevo proyecto; igual que aquel primer día viendo a las monjas coser.
Trayectoria
Natural de Ecija, Sevilla, Jesús Rosado Borja era el único niño aprendiz en el taller de costura de las monjas filipensas de la ciudad. Desde entonces ha pasado de ser un personaje atípico en aquel universo femenino para convertirse en uno de sus máximos baluartes y defensores.
Hoy, más de tres décadas después, dirige uno de los talleres de bordado tradicional y pintura a la aguja más reputados y respetados de toda España, con encargos que traspasan las fronteras españolas hasta llegar hasta Puerto Rico o el Vaticano.
Desde la más arraigada tradición sacra a las últimas vanguardias en el diseño de interiores y moda sus obras hablan por sí mismas por su alta calidad, mimo por el detalle y la pasión puesta en cada una de ellas.
No obstante, a este bordador y restaurador ecijano se le conoce especialmente en el arte sacro por firmar trabajos de relevancia.
Destacan la restauración del manto de la Virgen de las Lágrimas de la hermandad de la Exaltación de Sevilla, lo que le hizo ganar el Premio Demófilo 2010, el pendón de los Siete Cuchillos de la Hermandad de las Angustias de Jerez de la Frontera o los bordados del paso de palio de la Virgen de la Victoria de Las Cigarreras.
Ese mismo año recibió el reconocimiento “Ecijano del año” por llevar el nombre de su ciudad natal por todo el mundo; sin duda uno de los que más orgullo muestra.
Como experto y erudito en los bordados clásicos es colaborador del departamento de Historia de Arte de la Universidad de Sevilla para la catalogación de obras bordadas.
Queriendo explorar todos los campos donde el bordado artístico tiene mucho que decir, ha realizado proyectos para moda nupcial, taurina o alta costura, en la que ha colaborado de la mano del modisto y diseñador Eduardo Ladrón de Guevara.
En su última apuesta por llevar la artesanía a un nuevo campo destaca su colaboración con la reputada escultora contemporánea Blanca Muñoz creando una escultura de mesa bordada en hilos de plata y colores. La obra fue presentada en la segunda edición de ILOEMA en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.
En la actualidad son muchos los proyectos en los que se trabaja y que verán la luz en 2021. Siempre manteniendo la pureza de las tradiciones de la alta artesanía española y presentándola a las nuevas generaciones de amantes del arte y la moda
El espíritu del taller
Ubicado en una casa ecijana del siglo XVIII. En su centro el típico patio andaluz permite la luz natural tan necesaria para las labores de los artesanos.
Este neurálgico espacio está presidido por el que se erige como el lema del taller y quienes trabajan en él.
Escrito en latín, rememorando el pasado conventual donde se atesoró la tradición del bordado artístico, podemos leer:
“Yo creo más en mi trabajo que en la suerte, porque es más importante ser que parecer. La vida pondrá a cada uno en su sitio, pues el arte es largo y la vida breve.”
Es aquí donde cada día el equipo trabaja como una gran familia dando vida a todos los encargos y proyectos.
Un ambiente cargado de una energía creativa lejos del mundamal ruido para conseguir la calma y precisión necesaria para cada puntada.
El taller es una gran familia
compuesta por prodigiosos artesanos
que viven por y para el arte
CONSERVANDO LA TRADICIÓN ESPAÑOLA DEL BORDADO ARTÍSTICO
Basada en la ciudad de Écija, 16 artesanos y bordadoras mantienen viva tradiciones milenarias del bordado artístico y la pintura a la aguja.
La ejecución de sus trabajos ha colocado al taller entre los 5 mejores y más reconocidos en España.
Un equipo que se ha formado, crecido y perfeccionado a lo largo de los años y miles de horas de trabajo en piezas únicas.
Trabajo continuó
Nuestro mayor valor es la calidad, pero equilibrando esta calidad con los tiempos de entrega.
Ya sea diseñados por nosotros o usando diseños aportados por el cliente, el equipo ejecuta a la perfección las diferentes fases del proceso
Desde los primeros bocetos en el bastidor hasta la entrega final, todo el equipo funciona como un preciso reloj clásico.
Disfrutando cada puntada y diminuto elemento sabedores de que la suma de todos es la forma de llegar a la obra maestra
No hay comentarios:
Publicar un comentario